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LA BATALLA

Embestida inicial, del 22 al 24 de septiembre

Prevista la operación para el 20, se retrasa dos días por problemas organizativos. Tres días dura esta embestida inicia len la que el EPR logra dos cabezas de puente al oeste del Gállego, pero no conquista sus objetivos operacionales: Jaca y Sabiñanigo. Se captura a los nacionales diverso material, entre este, 4 cañones de 90 mm, y mas de 300 prisioneros, y la población de Biescas, dejando semiaisladas a las tropas en el valle de Tena. Eran fundamentales para el éxito la sorpresa y la rapidez, y los dos factores fallan. Falla la sorpresa por la delación de un desertor 24 horas antes del ataque, que da un día de margen para la afluencia de las reservas (ese mismo día se aproximan a Biescas un batallón, el 52, y una batería de 77 mm); y falla la rapidez al resistir durante mas de 24 horas la posición de Biescas y algo mas la de Gavín en la pinza norte mientras en la sur, son las reservas las que improvisan una defensa al sur del puerto de Navasa e impiden el progreso a Jaca. Veamos las operaciones con mas detalle.


La iglesia de Gavín, carboncillo de Francisco Cidón, 1938

En la madrugada del día 22 de septiembre, amparados por la noche y la frondosidad del macizo del Artica, al SE de Biescas, los 4 batallones de la 130 BM ocupan su base de partida. En torno a las 02:00 inician la aproximación. El 517 cruza el Gállego al norte de Escuer, captura a la sorprendida batería de 90 mm y se extiende por la sierra llegando hasta Acumuer, al otro lado de la misma. La carretera Biescas-Sabiñanigo esta cerrada y la última fuerza que ha pasado hacia Biescas es la falange (sección) de la 2/ X FET Aragón que deja en la posición del ventorrillo los servicios de la centuria, y refuerza la guarnición de Biescas. Después, el 519 y el 518 se colocan en posición de asalto al sur y al suroeste de Biescas respectivamente. Al 520 le corresponde lo propio contra Gavín. Asaltan al amanecer. Las guarniciones estaban alertadas y resisten. Interviene la artillería y la aviación. Las dos posiciones quedan incomunicadas después de evacuar a la población civil. El 517 progresa por la sierra al oeste del río que corre paralela al mismo hasta el vértice Güe, donde el terreno desciende bruscamente hacia Sabiñanigo. Al amanecer del 22 había llegado a Sabiñanigo el 52 de Ametralladoras con una batería de 77 mm. Dos compañías del 52 parten hacia el subsector de Orna y la 3ª del mismo batallón queda en Sabiñanigo. Por la tarde se lanza un contraataque nacional con algunas de las reservas que se han podido reunir, 2 compañías del VII/ Galicia y la centuria 2/X, relevada por el 52, que reconquistan la importante cima de Güe. Entrando la noche llega el teniente coronel Galera con mas refuerzos, el C/ Ceriñola, la II Bandera y la Mehal-la de Tetuán y el resto del Grupo de 77 mm que queda en Cartirana. El C/ Ceriñola queda en Sabiñanigo. En una lluviosa noche se organiza un ataque al amanecer por la cresta, desde Güe, para romper el cerco de Biescas y Gavín. Son las 2 compañías del Galicia ,la centuria de Sabiñanigo, la Mehal-la y los legionarios, unos 1.000 hombres. El ataque progresa, pero al llegar a Escuer, tienen conocimiento de la caída de Biescas y quedan las fuerzas en defensiva, excepto la II Bandera que se va a Sabiñanigo. La línea se consolida desde el Petro en el río Aurín hasta Cruzota en el Gállego. Aguanta aún Gavín, que es destrozado por la artillería, y finalmente cae al quedarse sin municiones los nueve hombres que resistían en el campanario. Su jefe, el alférez Blasco Vilatela, asesinado por sus captores, es recompensado con la Cruz Laureada de San Fernando. Al día siguiente, 24, atacan los republicanos repetidas veces retrasando la línea hasta pardina de Pardinilla y vértice Güe sin ocuparlo.



Al sur del saliente de Yebra de Basa, los dos batallones del 72 BM no tiene problemas en ocupar el día 22 las Cocullas, Allué y hacerse con el control de la sierra de San Pedro, en cuya ermita capturan a los 25 sorprendidos defensores. No se rebasa el río Basa. La 27 División alcanza las orillas del Gállego y desborda o aísla algunas posiciones nacionales al este del río. Dos centurias llegan de refuerzo, la 3ª/ IV FET Aragón a Lanave y la 3ª/ VI FET Aragón a Hostal de Ipiés. Por la tarde se cruza el río frente a Latrás que es ocupado., al igual que el puente Fanlo. En la madrugada del 23 es rechazado el 52 en Baranguá cuando intentaba enlazar con la posición aislada de Lanave. Este se retira hacia Arto. La XV Bandera se atrinchera en el cementerio de Arto. Todavía resiste Laneve, pero por la tarde se ordena un repliegue general a la línea Arto-Baranguá Viejo a los supervivientes del V/ Galicia y Falange. Dada la situación, el mando nacional ordena evacuar las posiciones de la Guarguera; este movimiento se logra realizar sin problemas amparados por la lluvia. La presión del día 24 obliga a un nuevo repliegue hasta la línea pardina de Camparés – Coronazo – Mirador del Abuelo. Llega desde Huesca por Caldearenas el III/ Galicia que establece en Aquilué una nueva línea mas retrasada al abandonar Serué por haber quedado muy expuesto. La 27 división alcanza la línea pardina Camparés, el Coronazo e Ibort en su explotación del éxito, amenazando Sabiñanigo por el SE pero muy lejos del puerto de Navasa.





Perdida del impulso y cambio de objetivos: del 25 de septiembre al 13 de octubre

El 25 sigue cayendo una insistente lluvia que no ha dado tregua en los tres días precedentes de combates. Los caminos están embarrados y los ríos y barrancos bajan tan crecidos que es preciso el uso de teleféricos para cruzarlos. La ofensiva ha capturado mucho terreno y causado muchas bajas a los nacionales, en torno a 1.000, pero ya no da mas de si, ha perdido impulso. Ese mismo día llegan mas reservas, la brigada II/151 y dos batallones de la I/151 junto con el grupo de dos baterías de 100 mm y un grupo de ingenieros. Con estas fuerzas se reorganizan los nacionales en 2 sectores y una columna de maniobra: sector norte, desde la frontera hasta puente de Sabiñanigo con los restos del Galicia, de las compañías de esquiadores, voluntarios de Tena 2ª/X, los del 52 de Ametralladoras y el grupo de 77 mm; del sur se hace cargo la 151 división y, la Legión, la Mehal-la y Ceriñola, con la artillería de 105 mm forman la columna de maniobra. Mas al sur, el III/19 defenderá la zona de Caldearenas, y en Bentué se irán concentrando los supervivientes de Falange (excepto los de la 2ª/X, centuria de Sabiñanigo, que ira al norte, al valle de Tena). De estos restos de las centurias 1ª/X, 3ª/X y 3ª/VI nacerá en enero la refundida Bandera VI/X de FET de Aragón. El EPR releva a las desgastadas 122 y 123 BM con la 124. También se alerta a la 135 BM de la 31 División para que se dirija a ocupar el frente desde Arguis al vértice Puntapueyo, y liberar así a la 27 de esa responsabilidad.

Los siguientes días, siempre bajo la lluvia, verán ataques frontales carentes de maniobra y con fuertes apoyos artilleros, de un bando y otro, y varias posiciones cambiarán sucesivamente de dueño, pero no se producen avances significativos para ninguno. Las reservas nacionales han acudido con presteza y ahora Jaca se ve inalcanzable. Pero debemos recordar que el objetivo de la ofensiva es el de distraer reservas nacionales, por eso se debe reiterar el esfuerzo. Pero como ya no es posible llegar a Jaca, se cambian los objetivos. El movimiento de las líneas ha dejado al macizo del Oturia y a Yebra de Basa muy adelantados en las líneas republicanas y fáciles de envolver, y además Sabiñanigo esta al alcance de la mano. Ahí tenemos los nuevos objetivos; el primero, de carácter táctico porque mejoraría notablemente las líneas, y el segundo de carácter estratégico como centro industrial de primer orden.

El 30 es el día elegido para el ataque. Los dos batallones de la 72 BM al sur del Basa atacan para enlazar con los Cinco Villa y FETE de la 130 que atacan desde el norte en una doble pinza. Ese día amaina el temporal e intervienen la artillería y la aviación apoyando el ataque. Deben romper el frente en Osán al sur y en Casbas al norte y enlazar avanzando por la planicie al oeste del Oturia. Pero ambas posiciones resisten y pronto acuden las reservas que rechazan el ataque. La madrugada del 1 de octubre es el turno contra Sabiñanigo desde el sur. La 124 BM ataca desde Rapún, rebasa la divisoria y llega muy cerca del puente de Sabiñanigo y Sabiñanigo Alto. Pero la artillería y los contraataques les rechazan hasta su línea de partida ya entrada la noche del 2. La noche siguiente lo intenta la 130 BM desde el norte atacando el Pueyo Mayor siendo igualmente rechazados. El 3 llega la última reserva que le queda al X C.E., la 211 Brigada de Carabineros.
La maniobra para rodear el Oturia y Yebra se repite el 6 de octubre, esta vez con éxito. La 211 por el sur y la 130 por el norte logran enlazar en Latas y dejar aisladas las posiciones del Oturia y Yebra. En la captura de Casbas, donde se rinde la 3ª/ 52 de Ametralladoras, se encuentra una emisora que enlazaba con algún delator del Estado Mayor (E.M) de la 43 División. Después se supo que estos infiltrados eran los hermanos Miñana, jefes de los E.M. de la 130 BM y de la 43 División. No tarda Galera en lanzarse al contraataque con 1.400 hombres (la Meha-la, II Bandera y una compañía de la XV, y el BTI 283) apoyados por las 8 piezas de 100 mm y 4 de 77mm. Partiendo desde Senegüe y desde Sabiñanigo, se alanzan Javierre e Isún recuperando así las comunicaciones con el Oturia el mismo día que se perdieron. El 7 continua el ataque la Mehal-la de Tetuán hacia san Román para restablecer las comunicaciones con Yebra. El 9 se recupera Casbas y se restablecen así las líneas iniciales.

El último esfuerzo ofensivo del X C.E. lo ejecuta la 124 BM al sur, entre el 11 y 12 de octubre, y la 130 BM en vértice Güe el 12. La primera, el mismo día 11, obliga a intervenir a la Columna de Galera al conseguir abrir una brecha por Pierrefunda, al oeste de la carretera a Navasa, y penetrar hasta pardina Fatás. A la llegada de esta se restablece la línea. Al día siguiente atacan infructuosamente desde de lomas de Rapún, Mirador del Abuelo y Coronazo las posiciones defendidas por los batallones 281, 289 y 290. Quien tiene éxito ese día son la 3ª y 4ª compañías del Cinco Villas que expulsan del vértice Güe al C/Ceriñola. Pero en el subsiguiente contraataque del BTI 283, con fuerte apoyo artillero, son diezmadas. En el Cinco Villas surge el rumor de haber sido traicionados por los elementos del E.M. de la 43 al saber lo de la emisora de Casbas. Se amotinan negándose a atacar de nuevo hasta descubrir a los traidores, y la situación termina con el fusilamiento de 9 de sus soldados. Ese día llega otra unidad de la 151 Div., el 282.

Las fuerzas republicanas han perdido la iniciativa en el momento en que llegan a la zona, el 13 de octubre, 5 batallones de elite de la 13 División nacional del coronel Rodrigo, “La Mano Negra”. El EPR pasa a la defensiva en el Pirineo. El coronel Rodrigo lanza sus fuerzas al suroeste de Sabiñanigo el mismo día de su llegada para mejorar las líneas en Pierrefunda, Mirador del Abuelo y ermita de Santa Águeda en Rapún.


Contraataque nacional y estabilización, hasta el 28 de noviembre


Con el enemigo desgastado y gran cantidad de fuerzas de elite en el área, llega la hora del contraataque. El V C.E. da la orden el 17 de octubre, con los ataques del EPR al sur del Ebro contenidos sin problemas. La operación prevista es ambiciosa y pretende recuperar todo el terreno perdido expulsando al enemigo mas allá del Gállego en tres fases. Pero la resistencia es fuerte y la prematura llegada de uno de los inviernos mas fríos de la historia reciente de España, imposibilitan la consecución de los objetivos previstos de la ofensiva.

Solo la primera fase prevista se ejecuta. La Sierra de San Pedro, al SE de Sabiñanigo, es como un puñal en el costado del imponente macizo del Oturia y Yebra de Basa, amenaza directamente a Sabiñanigo, y por si fuera poco, es un excelente observatorio para dirigir el fuego contra Sabiñanigo y las posiciones nacionales. Es preciso expulsar de allí al enemigo para consolidar las posiciones. La defensas son formidables y además gozan de la ocultación que proporciona el bosque. La ermita de San Pedro había alcanzado tal grado de fortificación que contaba con línea triple de alambradas. La defensa esta a cargo de dos batallones de la 72 BM.

El atacante será el coronel Rodrigo con sus 5 “batallones” de la 13 División, manteniendo uno de ellos en reserva. Dos agrupaciones de artillería apoyan desde Sabiñanigo Alto. El ataque planeado es frontal, carente de maniobra, progresando los 4 batallones por ejes de progresión paralelos hasta las cumbres. El río Basa, normalmente un riachuelo, se encuentra tan crecido que unidades de ingenieros apoyaran el cruce del mismo. La línea de partida es toda la crestería al norte del Basa.



Todo el día 21, bajo un fuerte aguacero, la artillería bate toda la loma norte de la sierra casi a ciegas por el tiempo y la cobertura boscosa. Al caer la noche se inicia el cruce del río y muchos hombres son arrastrados por las aguas y resultan ahogados. Las armas automáticas de la 72 BM están muy bien emplazadas y detienen al enemigo en la misma orilla incapaces de avanzar mas allá. A lo largo de la mañana afianzan la cabeza de puente a costa de muchas bajas. Sigue lloviendo intensamente y ahí se para el ataque hasta el día siguiente. Al mediodía del 23 se despejan momentáneamente las nubes y se aprovecha ese claro para que la artillería realice los fuegos de preparación. En seguida la niebla vuelve a ocultar las cimas, pero sigue el fuego durante tres horas y después se atacan las cimas. Acude en ayuda de los defensores un batallón de carabineros, pero no pueden evitar que a ultimas horas de la tarde los legionarios y los regulares ocupen las cimas. Estos cuentan mas de cien cadáveres de republicanos. Por la noche se lanza el consecuente contraataque por parte de los carabineros pero sin resultados.

El mes de noviembre ve varias acciones de ambos bandos por mejorar las posiciones, casi siempre exitosas para los nacionales, pero son ataque sin importancia para el conjunto de las operaciones; y el frío que ya ha llegado intensamente, acompañado de las primeras nieves, impone la tranquilidad en este frente.