Resultado de imagen de batalla puebla 1862

El ejército francés, al mando del General Charles Ferdinand Latrille, Conde de Lorencez salen de Tehuacán hacia el oeste. En las cumbres de Acultzingo tienen su primer encuentro con el ejército mexicano. Los franceses pierden quinientos hombres, mientras las bajas mexicanas suman medio centenar. “Pelean bien los franceses” afirma Zaragoza, “Pero los nuestros matan bien”. El día dos de mayo, los franceses salen de San Agustín del Palmar y llegan a Amozoc. Tienen explícitas instrucciones de entrar en la Ciudad de México. Entre ellos y la capital sólo se encontraba la ciudad de Puebla de los Ángeles, por donde los franceses esperaban pasar entre aplausos y exclamaciones de los opositores de Juarez. Este, sin embargo, había ordenado que ahí se les presentara batalla.

El General Ignacio Zaragoz, comandante del Ejército de Oriente, fortifica Puebla y los fuertes que se encuentran en los cerros de Loreto y Guadalupe, anexos a la ciudad. La guarnición solo contaba con cuatro mil hombres, y para empeorar las cosas, los poblanos estaban a favor de la intervención. Tal es la insolencia de los poblanos que Zaragoza, hombre prudente, exclama desesperado “Que bueno seria quemar Puebla”. Solo lo detiene el hecho que en la ciudad también hay criaturas inocentes. El cuatro de mayo, los exploradores mexicanos vuelven con noticias de que los conservadores, al mando del General Márquez se disponen a socorrer a los franceses. Zaragoza envía a la capital una brigada de dos mil hombres y se dispone a preparar la pelea. Organiza sus fuerzas para la defensa de la plaza con una batería de campaña y dos de montaña, cubriendo Loreto y Guadalupe con 1100 hombres, formando a los otros 3500 en cuatro columnas con una batería de campaña, tres de infantería y dos de caballería.

A las diez menos tres cuartos de la mañana del 5 de mayo, los franceses aparecen. Se rompe el fuego de cañón y los franceses esquivan el combate a campo raso, avanzando hacia la plaza. Dejando en su campamento una fuerza respetable, s desprende una pequeña guerrilla por su izquierda, moviendo por su derecha una gruesa columna de cuatro o cinco mil hombres. Atacan por tres veces los cerros de Loreto y Guadalupe, mas otras tantas veces son rechazados con brío de las plazas. A las doce del medio día llega el primer mensaje a la capital: “Se ha roto el fuego de los dos lados y cae en este momento un fuerte aguacero. Zaragoza” Los capitalinos respiran aliviados. ¡Puebla no les había abierto sus puertas!. Pero ya no podría contar con los dos mil hombres que había enviado a México dos días antes. Y cómo lamentaba el pueblo la explosión ocurrida en un cuartel, que privó a Zaragoza de mil doscientos hombres más. A las dos de la tarde, Lorencez lanza a todas sus fuerza en asalto general, que pronto se ve en medio de una lluvia de balas y granizo, y hacia las cuatro, los franceses se retiran derrotados, seguidos muy de cerca por la caballería mexicana al mando de Porfirio Díaz.. A las cinco de la tarde se recibió este mensaje en Palacio Nacional: “Los franceses han atacado con brío nuestras posiciones, pero han sido rechazados y se han retirado. Sus contingentes, como es costumbre, los llevan a la retaguardia de sus trenes. A esta hora están en Amozoc. Zaragoza” Y si este mensaje hizo explotar a la nación de alegría, el siguiente fue estrujante:

“Puebla, 5 de mayo de 1862. Las armas del supremo gobierno se han cubierto de gloria; el enemigo ha hecho esfuerzos supremos por apoderarse del la plaza, que atacó por el oriente a derecha e izquierda durante tres horas; fue rechazado por tres veces en completa dispersión y en estos momentos está escapando hacia Amozoc. No lo bato como desearía porque, el gobierno sabe que para ello no tengo fuerza bastante. Calculo la pérdida del enemigo, en 600 y 700 muertos y heridos; 400 habremos tenido nosotros.

Resultado de imagen de batalla puebla 1862

Sírvase usted dar cuenta de este parte al ciudadano Presidente.
Ignacio Zaragoza”

Al finalizar la batalla, los franceses contabilizaban 476 muertos y 345 heridos. Zaragoza perdió 83 hombres y cerca de 130 heridos. Zaragoza entró por la puerta grande a la historia de México, pero no pudo seguir defendiendo Puebla. El 5 de septiembre enferma de Tifo en San Agustín del Palmar, donde se encontraba hostigando a los franceses a fin de evitar que se reorganizaran, y el 6 lo trasladan a Puebla. En pleno delirio, exige le traigan sus botas de montar, sus pistolas y su caballo, aduciendo que es preciso defender la patria. Cree que está en el campo de batalla y le da ordenes a sus lugartenientes. Finalmente, el 8 de septiembre de 1862 muere en la ciudad que defendió con brío y valor, tanto que se situó un momento en la línea de tiradores y neutralizó a seis zuavos franceses de tremendos escopetazos. La ciudad finalmente caería.

La ciudad finalmente caería el 2 de abril de 1863, cuando, falto de alimentos y municiones, tras dos meses de cerco por parte de veintiocho mil franceses al mando del Mariscal Forey, se rindió a los extranjeros.

FORO DE DISCUSIÓN